MANIPULACION DE LA AYUDA HUMANITARIA POR EL EJERCITO ESPAÑOL (Segunda Parte)

Publicado en por rescatedelainfancia

MOZAMBIQUE, UN PAÍS FRÁGIL.

Mozambique es un país de 2.500 km, situado a lo largo de la costa este de África. Tiene una superficie de 799.380 km2  de los cuales 17.500 Km. son agua. El país está dividido en 10 Provincias, subdivididas en Distritos y éstos, a su vez, en Áreas Administrativas. Tiene una población de 17 millones de habitantes de los que un 85% vive en zonas rurales.

Tres grandes ríos que fluyen de oeste a este y desembocan en el Indico dividen al país en 4 grandes áreas. El río Limpopo separa la Provincia de Maputo de las Provincias Centrales Gaza, Ihambane, Manica y Sofala , que su vez quedan divididas por el Río Save.  El Río Zambeze separa a estas dos  últimas de las provincias del Norte, más aisladas y pobres, de Niassa, Cabo Delgado, Nampula, Tete y Zambezia. 

En Mozambique se dan dos estaciones climáticas: la época de lluvias, de calor y alta humedad entre octubre y abril por un lado, y el invierno, más seco y con temperaturas más suaves, entre mayo y septiembre, por el otro. Mozambique es un país particularmente vulnerable a catástrofes provocadas por anomalías climáticas.

Aunque la lengua oficial es el portugués, este idioma sólo es hablado por alrededor del 25% de la población, sobre todo fuera de las grandes ciudades.  Se hablan aproximadamente 60 lenguas y dialectos distintos. Las lenguas más usadas son Tonga (en el sur), seguida por el Shona. La raíz común a todas ellas es el Bantu. El inglés se impone a nivel de gobierno y de universidad.El 50% de los mozambiqueños son practicantes de religiones tradicionales africanas. El resto se encuadran, a partes iguales, entre Cristianos y Musulmanes. 

En julio de 1975 Mozambique se independiza definitivamente de Portugal tras los Acuerdos de Lusaka de Septiembre de 1974. El Frelimo asume el poder. Una dictadura de corte soviética se impone durante los primeros 15 años. En este período se producen grandes avances en el terreno de la salud y la educación pero no en  el terreno de las libertades individuales. La política desestabilizadora del Gobierno Sudafricano y de Rhodesia durante el apartheid, estaba detrás del Renamo y por tanto de la guerra que tanto daño y sufrimiento causó a la economía y a las gentes de este país. En noviembre de 1990 el Frelimo, presionado por los países donantes, realiza reformas profundas en sus políticas de Estado, diseñando una nueva Constitución en la línea de las democracias occidentales. En octubre de 1992, se firma la paz en Roma entre el presidente Chissano y el líder de la Renamo, Alfonso Dhlakama.

En el aspecto de salud, y de acuerdo a un reciente Informe del Ministerio de Salud Mozambiqueño elaborado en el año 2000, las principales causas de muerte en la infancia son: malaria (falciparun resistente en un 97%), infecciones respiratorias y enfermedades diarreicas. La malnutrición crónica es elevada. El cólera es considerada endémico desde 1973. Mozambique es un miembro de WHO y ha adoptado e implementado la “Estrategia de Salud para Todos” basada en el fomento de la APS.  

(fuente: Tomas Lopez-Peña .Informe fin de misión Proyecto MSF-E) 

LA EMERGENCIA

Si Mozambique es un país particularmente vulnerable a las catástrofes provocadas por anomalías climáticas, ninguna de las catástrofes anteriores ha tenido un impacto tan destructivo y adverso sobre el desarrollo del país como la catástrofe acaecida durante el 1er. trimestre del año 2000, que afectó sobre todo a las provincias centrales y meridionales, por la acción conjunta de las lluvias y del ciclón Eline.

El fenómeno tuvo su inicio durante la última semana de diciembre del año 99, cuando las lluvias comenzaron a caer con gran intensidad en el sur del país, así como en Sudáfrica y Swazilandia, provocando una rápido aumento del caudal de los ríos. Durante el mes de enero continuó el fenómeno con mayor o menor intensidad y la ciudad de Maputo empezó a sufrir los primeros estragos debido a las inundaciones. Los ríos Umbeluzi, Incomati y Limpopo alcanzaron niveles no conocidos desde el año 1937. El día 12 de febrero, la ciudad de Chokwe y la parte baja de la ciudad de Xai Xai, esta última capital de la provincia de Gaza, quedaron inundadas. El día 22, cuando la situación continuaba siendo crítica, el ciclón Elide castigó severa y directamente, por acción del viento, las provincias de Inhambane, Sofala y Manica, causando la destrucción casi completa de la ciudad de Nueva Mambone (cabecera del distrito de Govuro), y de Machanga. El ciclón pasa entonces a los países vecinos de Zimbabwe, Botswana y África del Sur donde se transforma en una tormenta tropical que descarga fuertes lluvias, incrementando aún más el nivel de los ríos, lo que  obligó a descargar las presas. A partir del día 25 de febrero el caudal de los ríos  Limpopo, Save y Buzi alcanzó niveles no conocidos en los últimos 50 años, desbordándose y sumergiendo completamente y por segunda vez la ciudad de Chokwe, Xai Xai, Nova Mambone y Machanga. 

Cerca del 27 % de la población, lo que significa alrededor de 4.5 millones de personas en total, se vio afectada en mayor o menor medida. Se estima en casi 544.000 el número de personas desplazadas. El total de personas muertas por acción directa de la catástrofe fue de 699, de la que el 62.8 % eran de la provincia de Gaza. 

 Las inundaciones se convierten en un fenómeno mediático 

-El 9 de febrero, la Cruz Roja internacional difundió un informe de la situación.

-El 10 de febrero, el Gobierno mozambiqueño lanzó el primer llamado de emergencia y petición de apoyo internacional.

-El 11 de febrero, la Cruz Roja hizo el primer llamamiento internacional de socorro. Al mismo tiempo, varias agencias de las NU, y otras ONG alertaron sobre la gravedad de la situación.

-El 22 de febrero, el día en que el ciclón Eline entró por las costas del país, el primer equipo de expatriados de MSF España llegó a Mozambique, a petición de MSF Suiza, que asi como MSF Luxemburgo  trabajaban ya en el país.

-El 25 de febrero se dio una brusca subida de las aguas, que obligó a la población a refugiarse en los tejados y copas de los árboles. Se producen llamamientos de las ONG para el envío urgente de helicópteros. Sólo había en el país 7 helicópteros, 5 del ejército sudafricano y dos del gobierno de Malawi. Mozambique no contaba con ningún helicóptero propio.

- A partir del 26 de febrero empiezan a salir imágenes de las inundaciones de Mozambique que pronto se convirtieron en  un fenómeno mediático. Las imágenes de la población refugiada en las copas de los árboles se repite una y otra vez en todos los noticiarios de las cadenas de TV. CNN y BBC convierten Mozambique en la noticia estrella de la semana. Las ONG y los periodistas desembarcan masivamente en Maputo y los escasos helicópteros disponibles se utilizaron más para prospecciones y traslado de periodistas, que para rescatar personas. Las agencias sudafricanas de alquiler de helicópteros se vieron desbordadas.

En España, las donaciones de particulares a ONG humanitarias se dispararon. En dos comunicados de Prensa,  de 28 de febrero y de 1 de marzo, MSF alerta sobre la dificultad de acceso a la población damnificada  e informa del envío de cargos con material de asistencia, así como de las actividades de sus equipos en el terreno. 

Entre el 1 y 3 de marzo los donantes decidieron enviar helicópteros, otros medios de transporte y dinero para financiar las operaciones de rescate. Los helicópteros de la UE, por ejemplo, llegaron el 4 de marzo.

Es en este momento, cuando Mozambique se ha convertido en un fenómeno mediático y la presión de la opinión publica incrementa, que, el 1 de marzo, el Gobierno, a través del Ministerio de Defensa, anuncia el envío de helicópteros y de un hospital de campaña, que no estarán operativos hasta el 7 y 11 de marzo respectivamente.  

INTERVENCIÓN DEL EJERCITO ESPAÑOL EN MOZAMBIQUE 

La versión del  ejército:       Operación India-Mike:

- Puesta en marcha: 5 de marzo

- Finalización : 6 abril

- Al mando: Coronel  Fulgencio Coll

 

Unidad de Asistencia Sanitaria:

Al mando: Teniente Coronel Leiva

-Unidad Médica, integrada por 75 hombres y mujeres del Escalón Médico Avanzado del Ejército de Tierra (EMAT).

Equipo médico, 11 especialistas: 3 estabilización, 1 intensivista, 1 cirujano, 1 traumatólogo, 1 dermatólogo, 1 pediatra, 1 ginecólogo, 1 farmacéutico, 1 veterinario, 10 enfermeros, 17 integrantes de la plana de apoyo al mando.

Dotación, autonomía: 100 días.

-Hospital de campaña con 50 camas, 1 unidad de cuidados intensivos (UCI), un módulo quirúrgico con capacidad para atender a veinte personas por día. Un equipo de analítica, 1 equipo de rayos X, 1 de estabilización, 1 ambulancia, 1 puesto de control de aguas y 1 depuradora donada por Cruz Roja.

Atendió en un mes a 4.500 personas (623 hospitalizaciones, con 17 alumbramientos y  48 intervenciones quirúrgicas ) en  Chaquelane.

 

Unidad de Helicópteros:

Unidad conjunta de helicópteros:

-2 Superpuma del 803 escuadrón del SAR, con 8 pilotos, tres ATS, 6 mecánicos, 6 rescatadores.

-un HT-21L Cougar de las FAMET: 5 pilotos, 4 mecánicos, 2 rescatadores.

Objetivos: Distribución de 290 toneladas de ayuda humanitaria. 125 salidas, 340 horas de vuelo. Apoyo a la unidad sanitaria.

 

Unidad de apoyo logístico:

 

-32 personas del Grupo Logístico de la Brigada Paracaidista .

Equipo de Asuntos Cívico-Militares (CIMIC). Personal del Cuartel General de la Fuerza de Actuación Rápida (FAR). Gestionar y coordinar las acciones del despliegue español con las autoridades mozambiqueñas, estructuras sanitarias civiles y  ONG.

-Unidad de Transmisiones: 15 personas de las FAR.

 (fuentes:web del Ministerio de Defensa y el reportaje “Ayuda Humanitaria a Mozambique”, Revista de Defensa,marzo 2000 

ANÁLISIS CRÍTICO DE LA INTERVENCIÓN MILITAR

 Rapidez 

“En un despliegue sin precedentes, por la rapidez con que se realiza, la envergadura del material que se debía transportar y la larga distancia que recorrer, llegaban a Maputo el 5 de marzo 11  

Tradicionalmente, se atribuye al ejército la ventaja de poder actuar con rapidez.

En el caso de Mozambique, hay que tener en cuenta, por un lado, la reacción lenta del Gobierno español y, una vez decidido el envío del contingente, el tiempo transcurrido hasta que éste es operativo.

La reacción del Gobierno español fue extremadamente lenta. La decisión de enviar el contingente solo se tomó cuando las inundaciones se habían convertido en un fenómeno mediático y la presión de la opinión publica reclamaba una intervención por parte del Estado. No hay que olvidar que se iban a celebrar elecciones generales en España. 

El Ministerio de Defensa anunció el 1 de marzo el envío del contingente. La operación “India-Mike” se puso en marcha y partió los días 3 y 4 de marzo. El avión llegó a Maputo el día 6 (el tipo de avión enviado necesitaba repostar en numerosas ocasiones). El día 7 los helicópteros empezaron a volar. Es decir, tardaron casi una semana en llegar, y lo hicieron 3 días más tarde  que los procedentes de la Unión Europea. El hospital de campaña estuvo operativo, según dijo el Ministerio de Defensa en su momento, el día 11 de marzo, y no en 48  horas como afirma la “Revista Española de Defensa”.

La rapidez fue deficiente. Primero, porque la decisión de participar fue tomada dos semanas después de que se constatara su necesidad.  Segundo, porque los helicópteros no estuvieron operati-vos hasta 6 días después de que se decidiera su envío. Por último, el hospital empezó a funcionar 11 días más tarde del inicio de la operación.

Eficacia de la intervención

UNIDAD DE HELICÓPTEROS

“Colaboraron  en las tareas de evacuación de la población civil afectada por las inundaciones”12 

Como hemos visto anteriormente, los helicópteros del ejército llegaron demasiado tarde para la evacuación. En esto no fueron los únicos, ya que la mayoría de los helicópteros llegaron demasiado tarde para el rescate. Fueron los helicópteros sudafricanos los que llevaron a cabo esta tarea. 

Por otro lado, contradiciéndose con las afirmaciones anteriores, las fuentes de Defensa afirman que “repartieron ayuda humanitaria y desplazaron en sus aeronaves a 839 pasajeros, principalmente personal de organizaciones gubernamentales, ONG, periodistas” 13 

Los helicópteros del Ejército español efectivamente repartieron ayuda humanitaria, pero,  tal como informan, también se dedicaron a desplazar a periodistas. La utilidad de desplazar periodistas se explica por la  estrategia de propaganda del ejército. Efectivamente, la actuación del ejército tuvo amplia repercusión en la prensa española, en todos casos positiva, en la que se manejaron datos sin contrastar, facilitados por Defensa.14 

 

Utilizar helicópteros para una labor de imagen está lejos de ser el objetivo de una acción humanitaria. 

Asimismo en vuelos diarios de Maputo a Chaquelane se transportaba no sólo material sino alimentación para la tropa preparada por una empresa de catering de Maputo. 15 También  se transportaba diariamente tropa de Chaquelane a Maputo. Se organizaban turnos de 24/48 horas de estancia en el hospital, seguido por un periodo igual de  descanso en Maputo.

Sería interesante conocer, de las 340 horas de vuelo realizadas por los helicópteros, cuántas fueron las empleadas en distribución de ayuda humanitaria y cuantas se destinaron a pasear a dignatarios y periodistas y a proveer al contingente de alimentación, tanto del servicio de catering como  importada de España  y al traslado de personal. Cuando el precio de una hora de vuelo es de aproximadamente 500.000 pesetas, éste es un factor a tener en cuenta.

Asimismo, según algunas ONG presentes en la zona, aunque en un principio la utilización de helicópteros era imprescindible, cuando bajaron las aguas, el transporte terrestre era posible en algunos casos, indudablemente a un coste muy inferior. Nunca se consideró esta posibilidad.

UNIDAD DE ASISTENCIA SANITARIA: 

Incapacidad de adaptarse a las necesidades de la población

El Ejército español montó su hospital de campaña en Chaquelane a petición del MISAU (Ministerio de Salud Mozambiqueño). El campo de desplazados de Chaquelane se encontraba a 25 Km. de Macia y a 20 Km. de Chokwe. La población del campo era de unos 80.000 desplazados (según cifras oficiales), distribuidos a lo largo de 10 Km. de carretera en el camino Mapapa-Chokwe. La mayoría de la población procedía de Chokwe, que sufrió notables destrozos por el efecto de las inundaciones

El hospital era teóricamente el hospital de referencia del campo y de la zona, ya que tanto el hospital de Chokwe, como los centros y puestos de salud de todas las poblaciones cercanas, habían sido destruidos por las inundaciones. Solo funcionaban los hospitales de Macía y Chicumbane, absolutamente colapsados por falta de personal y de recursos.

 En el Puesto de Salud de Chaquelane el personal del MISAU (Ministerio de Salud) se ocupaba del funcionamiento del puesto, gestionado por su propio personal, procedente de Chokwe, junto con un equipo de voluntarios de la Crus Vermelha Mozambiqueña. Allí se atendían las consultas externas, pero estaba masificado (642 consultas diarias) y contaba con espacio insuficiente (3 consultas para niños y 2 para adultos).

El hospital del ejército comenzó a funcionar a “pleno rendimiento”, según dijo el Ministerio de Defensa en su momento, el día 11 de marzo y no en 48 horas como afirma la “Revista Española de Defensa”, debido a las lluvias en Maputo que dificultaron el transporte y el montaje del hospital. El ejército se retiró el 6 de abril.

En total, el hospital estuvo operativo 3 semanas, y no un mes como se dice en la web del Ministerio de Defensa. 

“La unidad médica tenía una composición operativa adaptada a la situación de desastre humano que vive Mozambique “16 

 

Como hemos visto, el hospital de campaña del ejército en Chaquelane contaba con quirófanos y salas de UCI y estaba preparado para una situación de guerra  con cirujanos para atender heridos, y con equipos técnicos desplazados de altísimo nivel17. Se trataba de un hospital de emergencia, donde el tiempo máximo de hospitalización era de tres días.

¿Pero, cuáles eran las necesidades sanitarias en el campo?

Las enfermedades que, en general, se trataron en este hospital son las más frecuentes en África: malaria, diarreas, malnutrición y enfermedades respiratorias.

El hospital no estaba preparado para este tipo de intervención. Los médicos no tenían experiencia en enfermedades tropicales. Todos los trabajadores de ONG que estuvieron en contacto con ellos están de acuerdo en este punto: “Los militares se quedaron sorprendidos con lo que encontraron, ni siquiera traían antimaláricos”, afirma un expatriado español en Maputo. Los médicos no estaban preparados para las enfermedades tropicales con las que se encontraron. A pesar de contar en teoría con un médico tropicalista, este no conocía los protocolos mozambiqueños de malaria. Tuvieron que hacerse con un microscopio adecuado, ya que el que trajeron no era el indicado, asimismo contrataron un técnico mozambiqueño de laboratorio.  También tenían grandes dificultades en coger accesos intravenosos a pacientes deshidratados. Se quejaban, diciendo “no podemos encontrarles las venas”, mientras que cualquier enfermero mozambiqueño no hubiera tenido dificultad alguna en hacerlo. “Estoy estresado, no sé porque sucede esto”,con estas palabras, reconocía uno de los médicos su impotencia para tratar enfermedades desconocidas. En cuanto a operaciones, las sofisticadas instalaciones apenas se utilizaron: se realizaron tan sólo dos amputaciones, y algún parto difícil.

Las estadísticas parecían ser su máxima preocupación. No admitían enfermos en estado terminal, que pensaban que pudieran morir en los próximos días. Un testigo presencial recuerda haber oído “no recogemos a los que tienen posibilidades de morir, sino de salvarse”.  Los enfermos ingresados que no reaccionaban los trasladaban a los hospitales de Macia o Chokwe, a fin de no tenerlos mas de 48 horas ingresados.

 Incluso los medicamentos importados de España, no eran a menudo los indicados para tratar las enfermedades tropicales, por lo que se tuvieron que abastecer localmente. No se utilizaron genéricos

No obstante cuando se había ya tomado la decisión de enviar el contingente, la responsable de la OTC (Oficina Técnica de Cooperación) en Maputo  había reunido a representantes de ONG españolas en esta capital con el objetivo de solicitarles un informe sobre las necesidades sanitarias del país para ser remitido a Defensa. Dicho informe en el que se especificaban las necesidades sanitarias del país y se recomendaba una atención médica en estrecha colaboración con personal mozambiqueño nunca fue tenido en cuenta. De haberse seguido sus recomendaciones muchos de los problemas, tanto de efectividad como de traspaso, no hubieran ocurrido, y asimismo los gastos hubieran sido menores. 

Problemas de malnutrición y prevención de epidemias. La intervención de MSF-E.

Mozambique es un país donde la prevalencia de malnutrición aguda es importante. En el campo, la malnutrición aguda no parecía constituir un problema prioritario; la distribución general alimentaria por el PMA funcionaba temprana, regular y al parecer suficientemente.  Un screening tipo Muac desarrollado entre UNICEF y el MISAU mostraban cifras de malnutrición severa bajo control (O.6%). Sin embargo, casos de niños severamente malnutridos y en muy mal estado general, estaban siendo identificados, al mismo tiempo, en los Centros de Salud. 19  

Cáritas España había puesto en marcha un Centro donde se daba comida a madres y niños del campo que acudían al mismo, junto a otros 80 niños sin acompañantes. Las responsable del mismo eran monjas provenientes de diversas congregaciones  españolas y portuguesas, que permanecían en el campo por periodos de 15 días, no existiendo ninguna persona cualificada para esta tarea. Las monjas enfermeras se dedicaban plenamente a la consulta de Medicina General y de Curativos del Puesto de Salud en un chamizo y, en tiendas de campañas, se ocupaban de atender los casos de malnutrición .El resto preparaba la comida para niños y madres sin ningún protocolo terapéutico (sólo había una balanza, no se tallaba, no se realizaba porcentaje, y no se diferenciaban los tipos de malnutrición). La hermana encargada del centro había trabajado en un centro nutricional en Ruanda, unos años atrás, y era maestra.  

Por ese motivo, tanto las monjas de Cáritas  como el Dr. Vitorino, Director de Salud del Distrito, solicitaron la ayuda de Médicos Sin Fronteras para la puesta en marcha de un Centro Nutricional Terapéutico (C.N.T.).  

Hasta la llegada de MSF, los casos de malnutrición severa se referían al centro de Cáritas, que como hemos señalado, no estaba preparado para ello. Consideraban que los malnutridos no estaban enfermos.

MSF España empezó a trabajar en el campo de Chaquelane el 23 de marzo. Durante los primeros días, las dos médicos de MSF pasaron consulta en las tiendas habilitadas por las monjas y observaron la alarmante situación de muchos niños con malnutrición severa. Como de momento no disponían de condiciones para el internamiento de los niños (estaban montando el CNT), el hospital del Ejército era el centro de referencia. 

A la hora de derivar casos graves se encontraron con una actitud imcomprensible:

Las médicos de MSF España llevaron al servicio de pediatría del Hospital de Campaña a dos gemelos de pocos meses con marasmo, uno de ellos con IRA grave , y a la madre, una mujer joven con malaria y 40ºC de fiebre. El diálogo con el pediatra fue el siguiente:

-“Te traemos a estos niños que hemos encontrado en la carretera

La contestación todavía resuena en los oídos de las médicos de MSF:

-“¿Porqué lo traéis? Este niño se va a morir, está muy mal

En otra ocasión, viendo que le traían  un niño gravísimo, dijo “a éste ya lo conozco”; al parecer había estado ingresado en el hospital por malnutrición y dado de alta pocos días antes.

Dos días más tarde, tras una larga espera, se negaron a hacer una transfusión a una niña con anemia severa, a la que MSF había referido al hospital el día anterior, dada su gravedad. Le dieron el alta al día siguiente, y ante la protestas de MSF, insistieron en que ellos no realizaban transfusiones y era necesario llevar a la niña al hospital de Macía. “¡Esto es África, bonita!”, con estas palabras uno de los sanitarios encargados del triamen, intentó calmar a la doctora que esperaba con la niña.

La consecuencia de esta actitud fue que se vieron obligados a derivar a los niños al Hospital de Macia, que como se ha dicho anteriormente apenas estaba en condiciones y se encontraba absolutamente colapsado. Las madres no querían que sus hijos fueran atendidos allí y en algunos casos se escapaban. A menudo no eran atendidos por problemas de disponibilidad de camas. Si MSF necesitaba una transfusión debía acompañar a las madres, buscar al enfermero, responsabilizarse de la restitución de sangre del mismo grupo, el transporte, etc, proceso que duraba unas 4 horas aproximadamente.

Las médicos de MSF consideran que la incapacidad del ejército de adaptarse a las necesidades sanitarias de la zona es el aspecto mas erróneo de la intervención: “Derivar pacientes a un hospital como el de Macia, donde no existían recursos mínimos para garantizar una correcta asistencia sanitaria, desde un hospital con UCI, módulo quirúrgico, de observación, equipo de laboratorio, y 40 camas, demuestra no sólo falta de profesionalidad y ética médica, sino que pone en entredicho el carácter de la intervención.” 

La alternativa hubiera tenido que ser apoyar al hospital de Macia o bien convertirse en el centro de referencia real, o bien ambas cosas, ya que en Chaquelane se encontraban 80.000 desplazados y en Macia 30.000. El ejercitó eludió este compromiso, aunque esta era la recomendación que recogía el informe elaborado a instancias de la OTC. 

La “Revista Española de Defensa”, en el citado artículo “Ayuda humanitaria a Mozambique” habla de “la guardería UASAN, pieza clave de la “operación renacer”, un complejo programa médico dirigido a las madres con niños de cinco años hasta recién nacidos  y a los que se aplicaba medicina preventiva para la mejora de las posibilidades de sobrevivir…la atención comenzaba con la realimentación de las madres lactantes …al igual que con las madres, el personal trabajaba en la recuperación física de los niños por medio de tres comidas diarias respetando la dieta alimenticia de la zona, basada principalmente en la harina de maíz, leche y arroz, y que se completaba con vitaminas y proteínas”.

Estas afirmaciones se contradicen con los testimonios de los trabajadores de MSF, que,  o bien no recuerdan la mencionada guardería y piensan que se refieren a proyecto de Cáritas, o piensan que quizás hablan de lo que ellos llamaban “una guardería”, donde estaban algunas de las familias de los ingresados, pero que en absoluto era una solución al problema de malnutrición grave sufrida por algunos niños. No hay que olvidar que  la razón de la intervención de MSF en Chaquelane era la necesidad urgente de atender a los niños que sufrían malnutrición severa, que el hospital del ejército no había asumido.

La incapacidad de adaptarse a las necesidades sanitarias de la zona creó un vacío tanto en el tratamiento de  malnutrición severa, como en la prevención de epidemias. La ausencia de un médico tropicalista, hacía que la posibilidad de un brote de cólera aterrorizara a los militares, ya que no tenían ni siquiera una unidad de aislamiento. Incluso trasladaron a Macia a un enfermo que temían fuera de cólera. A  pesar de ello, leemos en la “Revista Española de Defensa”: “el personal médico español tenía prevista la preparación de un campo para el control de un posible brote epidémico de cólera”  Fue MSF España la que se ocupó de la preparación de un campo de cólera, de la identificación y formación de personal local para una posible emergencia. Afortunadamente la epidemia nunca se produjo, aunque el riesgo era altísimo.

 

            CENTRO NUTRICIONAL TERAPEUTICO DE MSF

Atendido por personal local cedido por el Distrito de Salud y pagados por UNICEF.  El TFC estuvo  abierto desde el día 3 de abril hasta el día 27 del mismo mes, cuando se cerró el campo. El número medio de niños ingresados durante este periodo fue de 72. El porcentaje medio de niños en primera y segunda fase fue del 75 y 25% respectivamente. El total de fallecidos durante el periodo fue de 11 lo que supone un 14.7 % sobre el total de ingresos. Llamó la atención el alto porcentaje de Kwashiorkor con respecto al total de malnutridos en 1ª fase, que fue del 87.7%. La alta letalidad habida, junto con el dato anterior,  en un ambiente donde el problema nutricional aunque existía no parecía grave, nos ha hecho buscar hipótesis explicativas que pretendemos contrastar con el correspondiente estudio. Nuestra principal hipótesis plantea como otro factor  de riesgo para el desarrollo de Kwashiorkor en niños con deficiencias nutricionales los episodios previos y repetidos de malaria, en base a la alta incidencia comparativa de paludismo observada en la zona durante los tres primeros meses del año.

Al retornar los desplazados a sus poblaciones de origen principalmente a Chokwe, los niños del  TFC son trasladados a uno nuevo abierto por MSF Ch en esta ciudad.

 (fuente: informe Fin de Misión, proyecto de Emergencia en Mozambique. MSF   T. López-Peña)

 

Actitud del ejército frente a las poblaciones 

El hospital constituía un mundo aparte y aislado dentro del campo. Los militares eran abastecidos diariamente desde Maputo y tenían su propia comida española importada o preparada en una agencia de catering de Maputo, su cantina , su ambiente. Se organizaban turnos de 24/48 horas de estancia en el hospital, seguido por un periodo igual  de descanso en Maputo. Luego alquilaron incluso un apartamento en la playa, en Vilene que utizaban los médicos durante los periodos de descanso.

Su aproximación a la población consistía en esperar a que ellos acudieran, y de aquí la pregunta a las doctoras de MSF, cuando acudían con los niños que sufrían malnutrición severa:

- “¿ De dónde habéis sacado esto?  A ver si dejáis de recoger cosas por el campo”. 

Si MSF no acompañaba a los pacientes, si era sólo la familia la que acudía, a menudo no los admitían. Su relación con el paciente era formal, sin dar explicaciones. Su falta de adaptación al terreno llegaba a niveles surrealistas: los informes médicos se escribían en castellano, que nadie entendía y se recetaban medicamentos españoles, como si estuvieran en un dispensario español y no en un campo de desplazados en Mozambique. Dónde podrían conseguir los medicamentos los pacientes, ya no era su responsabilidad.

Relación  con las ONG

El contingente incluía un equipo de 5 personas  de Asuntos Cívico-Militares (CIMIC) encargado de coordinar con las ONG. Cooperación española contrató a una persona conocedora del país, como enlace entre los militares y las autoridades civiles, no obstante su papel se vio reducido a traductor y “hombre para todo”.

El UASAN contaba con un oficial de enlace con las ONG, el Teniente Barriocanal, que no era sanitario ni hablaba idiomas, y que era el que asistía a las reuniones de coordinación entre ONG y Administración. No se enteraba de nada debido a no ser sanitario, su desconocimiento del idioma y de las ONG, llegando por ejemplo a creer que OXFAM era un organismo gubernamental inglés. El UASAN no informó durante este periodo de sus actividades sanitarias a las ONG. Su misión mas bien era de marketing y relaciones públicas ante periodistas y autoridades.

La relaciones con  MSF fueron difíciles y, como se verá a continuación, el traspaso del hospital a  MM fue desastroso. 

Como hemos visto anteriormente, las recomendaciones de las ONG españolas en Maputo fueron ignoradas. Como afirma un trabajador de una ONG española en el lugar  “Los militares definen  y establecen uniteralmente sus  relaciones tanto con las ONG como con el MISAU”.

Su opinión sobre las ONG se ve reflejada en una frase del Teniente Leiva (a cargo del hospital de campaña): “Las ONG no son profesionales, actúan al tun tun, no están programadas ni se comprometen”

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Salida del contingente: abandono de la población

El ejército tenía prevista una acción de duración limitada: un mes, aunque no se anunció públicamente. Los soldados no se enteraron hasta 10 días antes. La razón que dieron era que el hospital debía trasladarse a Kosovo. Desde un principio, Cooperación se comprometió a hacerse cargo del traspaso del hospital en caso de que fuera necesario. Médicos Mundi, que está fuertemente financiado por la AECI fue presionado para  que aceptara  el traspaso del hospital. El representante de MM en Maputo fue avisado con tan sólo 10 de antelación de que se tenían que hacer cargo del hospital  en un proyecto  coordinado por ellos y en el que colaboraron a instancia de MM otras ONG: Médicos del Mundo, C.I.C (Consejo Interhospitalario de Cooperación), Cruz Roja (planta potabilizadora), Cáritas (alimentación) y Oxfam U.K.(agua).

El hospital, a cargo de Médicos Mundi (de marzo a finales de julio en Chaquelane, y más tarde en Chokwe) fue financiado por AECI (36.418.491 ptas). La diferencia de costes de ambos proyectos es abismal. 

Los militares dejaron el campo de Chaquelane cuando pocos días antes habían llegado 35.000 nuevos refugiados al campo. En la llamada  “Operación Golondrina”, (que no se menciona en la información facilitada por ellos), evacuaron a los enfermos del hospital a Maputo. Los enfermos no fueron consultados y algunos  fueron  incluso evacuados a la fuerza, aunque con el consentimiento del MISAU. La situación de los enfermos, solos en Maputo, una ciudad desconocida,  lejos de familiares que les cuidasen, en un ambiente extraño y sin dinero para volver a su casa no fue considerada.

Los militares fueron despedidos por las autoridades del campo y del país con grandes muestras de agradecimiento. Una vez más los objetivos políticos, no los humanitarios, son los que se tuvieron en cuenta, tanto por el país receptor como por el donante. 

El relevo consistió en que los militares dejaron tan sólo las carpas, un almacén de medicamentos mal inventariado, material plástico, fungible de cirugía,  microscopio, camas de campaña y raciones. Se llevaron los generadores aunque arreglaron conexiones de agua. Este equipo fue valorado y lo pagó MM con parte de la financiación de AECI. No dejaron material quirúrgico, sólo después de insistir MM logró que les dejaran la mesa de quirófano, imposible de encontrar localmente. MM se tuvo que comprometer a reponerla en España.  Por lo tanto, el hospital no podía funcionar desde el punto de vista quirúrgico, sólo tratar casos elementales. MM tardó dos semanas en hacerse con material quirúrgico adecuado, cuando el campo ya se había cerrado. Como el UASAN apenas trabajaba con personal local contratado y no se previno con antelación la contratación de especialistas para sustituirlos, el hospital quedó carente de contenido durante un primer periodo. El personal, durante los primeros días, estaba compuesto por dos médicos  y un enfermero expatriado y el personal local que lograron contratar. Debido a la situación, el personal tuvo que reorganizar absolutamente el hospital.20  Esto no hubiera sucedido si se hubieran seguido las recomendaciones de las ONG en Maputo, se hubiera contratado al personal sanitario mozambiqueño especializado y el hospital hubiera seguido las especificaciones sanitarias adaptadas a la situación. 

La operación del ejército no intentó asegurar la continuidad. A pesar de tratarse de una misma Cooperación, ni siquiera se intentó. El relevo  en estas condiciones  no podía garantizar  la continuidad de una asistencia adecuada.

Las relaciones del equipo de MSF con los responsables del hospital fueron a partir de entonces excelentes y obtuvieron todo el apoyo necesario. 

Como dice una expatriada de MSF,  “tras un despliegue espectacular, cuando las aguas van bajando, las poblaciones comienzan a disponerse para el retorno y el peligro del cólera es más evidente, los militares españoles, se marchan a Kosovo”.

El espectáculo de Mozambique ha finalizado, el país ya no está en los medios y el Ejército español ha cumplido su misión: actuar a las órdenes de los intereses políticos del gobierno español y mejorar su imagen ante la opinión pública española.

El abandono de la población en un momento en que eran muy necesarios no se consideró, lo que demuestra una vez más que lo único que les interesa de la palabra “humanitaria” es apropiársela, con motivos de limpieza de imagen.

Costes de la operación

Según datos facilitados por AECI, los gastos de la Agencia en Mozambique durante el año 2000 se desglosan de la siguiente manera:

-Ejercito español: 743.000.000 ptas

Desglose de gastos según la  liquidación presentada por el Ministerio de Defensa:

· Helicópteros y transporte: 269.000.000 ptas (en dos partidas de ptas. 147.000.000 y 122.000.000)

· Unidad Sanitaria: 260.000.000 ptas.

· Varios: 214.000.000 ptas. 

-Fondos del  P.M.A. (Progama Mundial de Alimentos):  118.000.000 ptas (del presupuesto de 1998)  

-Fondos para ONG : 264.000.000 ptas incluyendo no sólo la emergencia sino también rehabilitación.

Los costes de la intervención militar son desproporcionados. Ninguna agencia financiadora aceptaría de una ONG una intervención de esta naturaleza. Sin embargo AECI, ha destinado para una intervención de apenas 3 semanas, ¾  de su  presupuesto anual para Mozambique.  

CONCLUSIÓN

Sólo unas FAS modernas son capaces de desplegar en tan poco tiempo una ayuda que va mas allá de lo humanitario para convertirse en la materialización de la solidaridad del pueblo español  sobre el terreno, donde los mozambiqueños sufren los efectos del desastre”21 

Las palabras del Embajador de España en Mozambique, José Eugenio Salarich, reflejan el grado de apropiación de lo humanitario a que ha llegado el Estado español.

La apropiación del lenguaje humanitario por parte del Ejército español es constante en sus medios de comunicación propios y  se ve asimismo reflejada en los medios de comunicación españoles, que dieron amplia cobertura informativa a la intervención del ejército en Mozambique, sin llegar nunca a contrastar la información facilitada por Defensa. 

“El caso de Mozambique permite, una vez más, comprobar que los fines de las operaciones militares no son humanitarios, sino que sirven para cumplir los objetivos políticos del estado. La intervención en Mozambique no fue una acción humanitaria sino política.”  

La influencia de los medios de comunicación fue decisiva. La decisión de intervención solo se decidió cuando la presión mediática y ciudadana lo requería,  y duró mientras Mozambique estuvo presente en los telediarios y en las primeras páginas de la prensa. Ni un día más. Como hemos visto, las necesidades de las poblaciones no se tuvieron en cuenta y el ejército se retiró cuando la población desplazada de Chaquelane le necesitaba más. Los intereses de imagen estuvieron por encima de las necesidades de las víctimas. 

La actuación del ejército en Chaquelane generó indignación y frustración en el equipo de MSF y de otras ONG trabajando allí, tal como  se refleja en los testimonios recogidos que contienen graves acusaciones sobre la actuación del ejército. Este contacto directo con el ejército ha sido lo que nos ha permitido un análisis de la intervención,  que desde el punto de vista operativo fue, en muchos aspectos, ineficaz, tanto desde el punto de vista logístico como del de asistencia sanitaria , sin olvidar los costes desorbitados de la operación. La información facilitada por Defensa sobre la operación está muy lejos de la realidad, está manipulada, es  exagerada, contradictoria, inexacta y tiene un indudable objetivo propagandístico: dar una buena imagen del ejército.

Esta estrategia, excepto en contados casos puntuales,  como el del Desfile, o la financiación del campo en Albania,  no ha sido contestada. La opinión pública y los medios no han hecho una reflexión sobre la creciente apropiación por parte de los  gobiernos de lo humanitario. Sería necesaria una acción de sensibilización de la opinión pública y de los medios, sobre el riesgo de que esto ocurra y sobre sus consecuencias. 22  Asimismo sería importante romper la imagen, sobre la base de lo probado en este estudio, que tiene el ejército ante parte de la población y de los medios, de tener una capacidad de respuesta eficaz y rápida en situaciones de emergencia.

(Las notas y bibliografia, las exponemos en un articulo a parte..no cabian , en el articulo, A.I.R.E.A)

  

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