MANIPULACION DE LA AYUDA HUMANITARIA POR EL EJERCITO ESPAÑOL(Primera parte)

Publicado en por rescatedelainfancia

Colección 

Cuadernos para el debate de Medicos Sin Fronteras

Edita : Dirección General MSF-E                c. Nou de la Rambla, 26             08001 - BARCELONA -

Diseño Portada : Diego Feijóo    Compaginación : Núria Picallo

Fotomecánica : Grafitex, S.A.   Imprime : Gràfiques APR   D.L.: B4476-01   1ª edición : marzo del 2001

Instrumentalización   de la Acción Humanitaria

por  parte  del  Ejército español:
el caso de Mozambique  (Primera Parte)

                                                    Pilar Duch

SUMARIO 

El creciente papel de los ejércitos en el campo humanitario ha originado una gran confusión sobre los mandatos y los objetivos de la Acción Humanitaria, amenazando los principios de imparcialidad, neutralidad e independencia en los que se basa. En España, tanto a nivel de opinión pública como de medios de comunicación, existe una gran confusión sobre el termino humanitario, que sigue siendo utilizado impune e indiscriminadamente por el estado y el ejército.

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Mozambique es el único caso en que MSF España ha trabajado en contacto con el Ejército español, y donde  ha tenido la oportunidad de recoger el testimonio de los expatriados de MSF y otras ONG y, por lo tanto, de contar con información de primera mano.

El Ejército español, dentro de  la llamada “Operación  India-Mike”, puso en funcionamiento en el campo de desplazados de Chaquelane un hospital de campaña, con el que las médicos de MSF tuvieron un estrecho contacto y muchas dificultades al intentar derivar casos gravísimos de malnutrición.

 

En este estudio se contrasta la información del ejército sobre su actuación, facilitada en la “Revista de Defensa” y en  su página  web, con el testimonio de los expatriados de MSF y otras ONG que estuvieron en contacto con ellos . 

El análisis de la actuación del ejército en la emergencia de Mozambique nos permite afirmar   que:

- Su capacidad de respuesta fue muy lenta:La decisión de participar fue tomada dos semanas después de que se constatara su necesidad. Una vez iniciada la operación, los helicópteros no fueron operativos hasta 6 días después de que se decidiera su envío. El hospital fue operativo 11 días más tarde del inicio de la operación.  

- Hubo falta de eficacia:

      . Las actividades no se adaptaron a las necesidades de la población.

      El equipamiento del hospital no correspondía a las necesidades sanitarias del campo; no se hizo el esfuerzo de adaptarse a las necesidades de la población.

      . Los recursos humanos fueron inadecuados.

Sobraban especialistas quirúrgicos y faltaban tropicalistas para tratar las necesidades sanitarias del campo. Adolecían de desconocimiento de las enfermedades tropicales. 

      . El material utilizado estaba sobredimensionado

El equipo técnico desplazado no era el adecuado para las enfermedades que, en general, se trataron en dicho hospital: malaria, diarreas, malnutrición y enfermedades respiratorias. El hospital estaba preparado para responder a las necesidades de una operación en caso de conflicto armado. 

- No hubo proximidad  con la población: 

Su contacto con la población era formal y, en el mejor de los casos, paternalista. Las necesidades reales de la población no se tuvieron en cuenta. 

- Abandono de la población: 

Lo más grave de la intervención. El ejército se retiró antes de que cerrara el campo de refugiados de Chaquelane, traspasando el hospital a MDM y MM, pero llevándose consigo el equipo quirúrgico, por lo tanto dejando un hospital no operativo clínicamente. Los enfermos fueron evacuados a la fuerza a Maputo. 

- Falta de apoyo y cooperación con las ONG: 

A pesar de desplazar técnicos para la coordinación con ONG, éstos no conocían idiomas, ni la realidad del país. La UASAN no informó de sus actividades sanitarias al resto de ONG.

En el caso de MSF-E en particular, las relaciones con el ejército fueron difíciles debido a su falta de cooperación y a su rechazo a asumir responsabilidades. 

- Los costes fueron muy altos:

Ello se debió a la sofisticación innecesaria del equipo dadas las necesidades reales, a que los recursos humanos fueron despro-porcionados y, además, a una excesiva utilización de helicópteros y un exceso de aprovisionamiento innecesario. AECI destinó al ejército  743.000.000 ptas. para una operación de 3 semanas, mientras que a las ONG , tanto para rehabilitación como emergencias se destinaron unicamente 264.000.000 de pesetas.

 - Falta de trasparencia:

Además de la falta de información sobre sus actividades a las ONG, no se ha hecho público un análisis de los costes de la operación. 

- La información facilitada sobre la intervención es inexacta:

 La información facilitada por Defensa es inexacta y tiene un indudable objetivo propagan-dístico: dar una buena imagen del ejército. 

- La intervención del ejército no es humanitaria, es política: 

El caso de Mozambique permite comprobar, una vez más, que los fines de las operaciones militares no son humanitarios, sino que sirven para cumplir los objetivos políticos del estado. 

INTRODUCCIóN:

LA INSTRUMENTALIZACIóN DE LA ACCIóN HUMANITARIA POR PARTE DEL EJéRCITO 

El Ejército español, actor en el campo humanitario 

El creciente papel del Ejército español en el campo humanitario se enmarca dentro de la creciente intervención en este campo de los  ejércitos durante los últimos años. Esto ha originado una gran confusión sobre los mandatos y los objetivos de la AH amenazando los principios de imparcialidad , neutralidad e independencia en los que se basa.

Ejemplo de ello es que en las doctrinas de la NATO, la UE, y el Estado Español el intervencionismo humanitario ocupa un lugar destacado. En el caso de la Unión Europea, la  AH se está convirtiendo en un instrumento de Política Exterior y de Seguridad Común  (PESC), que con el tratado de Amsterdam incorporó el concepto “gestión de crisis humanitarias”.

Hay que distinguir entre la acción política y la acción humanitaria:

· En la acción política los criterios de intervención se basan en consideraciones políticas internas y externas. Los ejércitos son la institución armada de los estados y por lo tanto siguen los objetivos políticos de éstos. La implicación en las crisis humanitarias está supeditada  a los intereses particulares de los estados y no siempre coinciden con los de las víctimas.  El papel de los estados tendría que ser el de prevención de conflictos y búsqueda de soluciones políticas a las crisis.

· La acción humanitaria hace frente a las consecuencias de las crisis. Es apolítica y se basa en los principios de imparcialidad, neutralidad e independencia. El único fin es el de aliviar el sufrimiento de las personas. El Derecho Internacional Humanitario y las Convenciones de Ginebra (que fueron firmadas en su día y ratificadas por el Gobierno Español) otorgan a las organizaciones humanitarias independientes la legitimidad de llevar a cabo la ayuda humanitaria.

 Si bien, desde MSF España  y en menor medida, desde  otras ONG, se ha llamado la atención sobre el peligro de apropiación del  papel humanitario por parte del ejército, sigue existiendo tanto a nivel de opinión publica como de medios de comunicación una gran confusión sobre el termino “humanitario”, que sigue siendo utilizado impune e indiscriminadamente por el estado y el ejército. 

El discurso humanitario del Ejército español.

No hay que olvidar la especifidad del Ejército español. A partir de la Transición se hizo un enorme esfuerzo por cambiar la imagen del Ejército defensor de una dictadura sin credibilidad frente a una gran parte de la población española. En este sentido hay que diferenciarlo del resto de los ejércitos europeos. La apropiación del discurso humanitario, es una pieza clave dentro de este esfuerzo por dar una imagen de unas fuerzas armadas modernas, democráticas, eficaces y solidarias. El proceso de profesionalización en el que se encuentra actualmente el Ejército español hace aún mas necesario este cambio de imagen. 

En este sentid, el Ejército  ha hecho un gran esfuerzo por apropiarse del discurso humanitario. En el libro Blanco de Defensa, en la página web del Ministerio de Defensa y en la Revista de Defensa  la palabra humanitario se repite sin cesar.

 

El Ejército español dentro de su clasificación de las Misiones de Paz incluye las de ayuda humanitaria :

” las operaciones de paz pueden abarcar desde la simple ayuda humanitaria, hasta una compleja tarea de imposición de la paz entre bandos contrarios. Están basadas en los principio de legitimidad, multinacionalidad y uso limitado de la fuerza”.

(libro blanco de defensa, apéndice F)

 “las fuerzas militares garantizan y protegen el reparto de ayuda humanitaria  dirigido por agencias especializadas de las Naciones Unidas o por las Naciones Unidas

(web mde)

“El nuevo concepto estratégico de la OTAN aprobado en Washington en 1999 incluye entre los cometidos de la Alianza las operaciones de prevención de conflictos y de ayuda humanitaria

“Asimismo la Unión Europea Occidental  tiene como principales misiones las humanitarias, las de gestión de crisis y las de Paz.

 (web mde)” 

La Ley de Cooperación

Esta apropiación del concepto de humanitario también se refleja en el marco institucional y legal.

El concepto de Ayuda Humanitaria recogido en el artículo 12 de la Ley de Cooperación de 1998 es cuando menos, bastante confuso. Además, se incluyen algunos elementos que no deberían figurar bajo el epígrafe de ayuda humanitaria como son las operaciones de mantenimiento de la paz. En concreto, el ultimo párrafo del artículo dice lo siguiente: “La cooperación española promoverá el respeto al derecho humanitario y asimismo apoyará en este ámbito medidas para la prevención y resolución de conflictos, incluyendo las operaciones de mantenimiento y consolidación de la paz instrumentadas por medio de acuerdos bilaterales o multilaterales.”

Las medidas para la prevención y resolución de conflictos, así como las operaciones de mantenimiento de la paz, obedecen hoy en día, en gran medida, a consideraciones políticas  mientras que la acción humanitaria se caracteriza por su neutralidad, imparcialidad e independencia.

El Plan Director, instrumento previsto en el artículo 8 de dicha Ley como “…elemento básico de la planificación de la política de cooperación …”, y cuya versión definitiva para el periodo 2001-2004 fue aprobado recientemente, contiene mejoras sustanciales en la parte dedicada a la acción humanitaria, tanto en su  definición como en los criterios para determinar la necesidad de la misma. Sin embargo, a tenor de lo ocurrido tras haber sido aprobado este Plan, podemos decir que estos avances no tendrán repercusión en la práctica.

Por otra parte, es aquí donde más claramente se expresa la intención de incluir al ejército como un actor en este tipo de situaciones y contextos. Así, el Ministerio de Defensa es considerado como uno de los actores que participarán, según los casos, en la elaboración del Plan de Intervención  previsto en el epígrafe dedicado a la ayuda humanitaria.

Y no sólo eso, sino que en los presupuestos de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que regula dicho Plan Director, se incluye por primera vez una partida destinada al Ministerio de Defensa. Este Ministerio recibirá 12.000 millones de pesetas al año durante cada uno de los cuatro años que constituyen el periodo de vigencia del Plan Director.

 Con un total de 48.000 millones de pesetas,  Defensa se convertirá  en el 4º Ministerio que más dinero recibe tras Economía, Hacienda y Asuntos Exteriores, del total asignado para AOD.

Todavía no ha sido aprobada la versión definitiva del Plan Anual 2001, instrumento de planificación de la cooperación y concreción anual del Plan Director para dicho año, pero el borrador presentado por el Gobierno sigue esta misma tendencia. El Ministerio de Defensa vuelve a aparecer como uno de los actores implicados en la elaboración de un protocolo de actuación para las situaciones de emergencia y conserva los 12.000 millones en la asignación presupuestaria.  La Coordinadora de ONGs pidió que se explicara y concretara el destino de esta partida, pero hasta el momento no ha habido respuesta por parte de las autoridades.

 Además de esto, hay que decir que este apartado sufre una regresión en cuanto al concepto de acción humanitaria, ya que sólo contempla actuaciones en el caso de que se produzca una emergencia mientras que las ayudas a la rehabilitación y a la reconstrucción de infraestructuras se limitarían a los países prioritarios para la cooperación española. Se olvida así  que la mayoría de las crisis humanitarias no se producen en estos países y que muchas de ellas no tienen cobertura mediática, por lo que tampoco serán consideradas como emergencias.

Los Medios de Comunicación

Los medios de comunicación españoles en general se hacen eco  asimismo de esta apropiación de lo humanitario por parte del estado y del ejército, haciendo uso indiscriminado de la palabra “humanitario”. Existe un gran desconocimiento de la especifidad de la Acción Humanitaria y una falta de reflexión sobre la instrumentalización de lo humanitario.

Tan sólo en dos ocasiones se ha cuestionado, en los medios de comunicación, la apropiación de los principios humanitarios por el ejército: en el caso del campo de refugiados construido en Albania, durante la intervención de la OTAN en Kósovo y con motivo de las declaraciones del Ministro Trillo con ocasión del desfile militar en Barcelona.

En el caso de Kosovo, tuvieron alguna difusión en la prensa las declaraciones de MSF denunciando la violación de los principios humanitarios por los ejércitos, así como el que se pusiera en  riesgo la seguridad de los refugiados con el motivo de lograr el apoyo de la opinión pública a los bombardeos.  También la denuncia por las ONG, de que el gobierno español intentaba camuflar como gastos humanitarios partidas que correspondían a gastos militares, la falta de transparencia y los costes desorbitados  del campo de refugiados  que construyeron  en Hamallaj (Albania).

Las desafortunadas declaraciones del ministro Trillo en marzo del 2000, con motivo del desfile militar en Barcelona alabando “la participación del ejército en acciones de ayuda humanitaria” y de la “participación de

Battle Of Shanghai Baby

 ONG en el desfile” provocaron en la prensa un debate que permitió a MSF, denunciar una vez más ante la opinión pública la instrumentalización de lo humanitario. La indignación de algunas ONG fue ampliamente reflejada en la prensa, aunque en algunos casos haciendo mas hincapié en el aspecto pacifista que en el humanitario. 

 

No obstante, la intervención del ejército en las inundaciones de Mozambique fue ampliamente cubierta por los medios, sin que aparecieran críticas y limitándose en la mayoría de casos a publicar, sin contrastar, la información facilitada por el propio ejército. 

Chávez pide al Gobierno que envíe al ejército en misión humanitaria al estrecho10 

Este titular de «El País» es un triste reflejo de la confusión existente y la falta de crítica hacia la instrumentalización política de los principios humanitarios. El que estas declaraciones no hayan sido contestadas desde la media, cuando contienen las siguientes afirmaciones “el ejército es la única institución capaz  de  poner en marcha un dispositivo de acogida de manera rápida, similar a los de Albania y solucionar los problemas sanitarios y asistenciales” supone una absoluta ignorancia no sólo de lo que es la Acción Humanitaria sino también de que a pesar de los esfuerzos desde Médicos sin Fronteras por denunciar ante la opinión pública la constante instrumentalización política de lo humanitario, sigue existiendo en el país una ausencia de conocimiento sobre la Acción Humanitaria.

 La actuación del ejército en Mozambique 

 

La razón de que este  estudio recoja  la actuación del ejército en Mozambique, es que éste es el único caso en que MSF España ha trabajado por un lado en contacto directo con el  Ejército español, y por otro,  ha tenido la oportunidad de recoger el testimonio directo de los expatriados de MSF y otras ONG, contando así con información de primera mano.

El Ejército español, dentro de la llamada “Operación India-Mike”, puso en funcionamiento en el campo de desplazados de Chaquelane un hospital de campaña, con el que las médicos de MSF tuvieron un estrecho contacto y muchas dificultades al intentar derivar a este hospital casos gravísimos de malnutrición.

En este estudio se contrasta la información del ejército sobre su actuación, facilitada en la “Revista de Defensa” y en  su página  web, con el testimonio de los expatriados de MSF y otras ONG que estuvieron en contacto con ellos. 

( Sigue, mas informacion, en un segundo articulo, que  desde  A.I.R.E.A, queremos  difundir, GRACIAS  A MEDICOS  SIN FRONTERAS, por la recopilacion y difusion de estos  datos)

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